Tras el primer año de "Los Grupos", el
5 de julio entre caras de sueño y nervios, pero cargados de ilusiones...embarcamos hacia Bujedo, dejando
atrás nuestros lugares de origen para convertirnos en auténticos piratas
buscando el único Tesoro. Un tesoro que solo conseguiríamos con ayuda de todos
y cada uno de los miembros de las tripulaciones.
Desde el primer día ya fuimos conociendo a otros
piratas que no conocíamos de Galicia, Cantabria, Burgos, Astorga, Valladolid y
Asturias, en el comedor, habitaciones y tiempo libre; descubriendo los lugares
de Bujedo, en la ghynkana; y, también, haciendo más grupo en el primer Tiempo
de Bonanza. En el Salón del Barco ya sonaban algunas palabras que se irían haciendo importantes
a lo largo de los días de Colonia: Tripulación, Mapa del Tesoro, Pañoleta,
Diario...
El segundo día formamos las que serían nuestras tripulaciones de Colonia, distinguiéndonos según los distintos colores. Era momento de buscar nombre y dibujar nuestros mascarones.
Por las mañanas teníamos el Tiempo de Elevar el ancla, momento en el que iríamos descubriendo pistas del día. Según el tema del día, así hacíamos distintas actividades. Según esto, tuvimos el día de la Naturaleza: donde tuvimos que preparar cada grupo una representación o canción para el resto de Colonia; otro día lo dedicamos "para otros", para valorar lo gratuito y con ello, hicimos distintas casetas en la Kermesse; también, tuvimos la fiesta del agua en donde acabamos todos en la piscina dándonos un buen chapuzón al ritmo de la música...
Entre estas actividades, no faltaba el tiempo de piscina, con el que el sol jugaba con nosotros. Pero aún así, cuando los piratas estábamos dentro, nos hacíamos sonar con la música, los bailes del Kin-Kong, las carreras de caballo, el Remolino-Remolino o los pases de balón. Alternábamos momentos más tranquilos, de talleres con otros de juegos o deporte.
Por la tarde teníamos un tiempo más tranquilo para recoger los ecos del día en los Diarios de Navegación y con las puestas en común todos juntos en los Tiempos de Bonanza. Estos nos invitaban a celebrar lo que estábamos viviendo esos días en Bujedo, a agradecer la Vida de manera muy concreta con la representación de la Creación. Este rato que pasábamos juntos, pudimos pararnos a pensar en nuestro futuro y soñar con nuestras vocaciones, de hecho, tuvimos la suerte de entrevistar a Moisés y conocer un poco más sus pasos, él era un poco distinto a cómo pensaban sus amigos.
Las noches también eran muy especiales, los animadores siempre andaban dando alguna sorpresa disfrazados de piratas o de sevillanos para hacer una velada o preparándonos con pantalón largo y linterna para salir a hacer un juego por el campo.
Finalmente, para cerrar el día sonaba un cuento que nos invitaba a pensar en cómo iba a ser el día siguiente.
Entre risas, ilusiones y, también, algún enfado del que aprender, iban pasando los días y nos íbamos haciendo verdaderos piratas al son del himno de la Colonia:
Es tu amigo es aquel que está a tu lado es.
La sonrisa que contagia con su música.
Y al cantarla somos tú y yo...
El segundo día formamos las que serían nuestras tripulaciones de Colonia, distinguiéndonos según los distintos colores. Era momento de buscar nombre y dibujar nuestros mascarones.
Por las mañanas teníamos el Tiempo de Elevar el ancla, momento en el que iríamos descubriendo pistas del día. Según el tema del día, así hacíamos distintas actividades. Según esto, tuvimos el día de la Naturaleza: donde tuvimos que preparar cada grupo una representación o canción para el resto de Colonia; otro día lo dedicamos "para otros", para valorar lo gratuito y con ello, hicimos distintas casetas en la Kermesse; también, tuvimos la fiesta del agua en donde acabamos todos en la piscina dándonos un buen chapuzón al ritmo de la música...
Entre estas actividades, no faltaba el tiempo de piscina, con el que el sol jugaba con nosotros. Pero aún así, cuando los piratas estábamos dentro, nos hacíamos sonar con la música, los bailes del Kin-Kong, las carreras de caballo, el Remolino-Remolino o los pases de balón. Alternábamos momentos más tranquilos, de talleres con otros de juegos o deporte.
Por la tarde teníamos un tiempo más tranquilo para recoger los ecos del día en los Diarios de Navegación y con las puestas en común todos juntos en los Tiempos de Bonanza. Estos nos invitaban a celebrar lo que estábamos viviendo esos días en Bujedo, a agradecer la Vida de manera muy concreta con la representación de la Creación. Este rato que pasábamos juntos, pudimos pararnos a pensar en nuestro futuro y soñar con nuestras vocaciones, de hecho, tuvimos la suerte de entrevistar a Moisés y conocer un poco más sus pasos, él era un poco distinto a cómo pensaban sus amigos.
Las noches también eran muy especiales, los animadores siempre andaban dando alguna sorpresa disfrazados de piratas o de sevillanos para hacer una velada o preparándonos con pantalón largo y linterna para salir a hacer un juego por el campo.
Finalmente, para cerrar el día sonaba un cuento que nos invitaba a pensar en cómo iba a ser el día siguiente.
Entre risas, ilusiones y, también, algún enfado del que aprender, iban pasando los días y nos íbamos haciendo verdaderos piratas al son del himno de la Colonia:
Es tu amigo es aquel que está a tu lado es.
La sonrisa que contagia con su música.
Y al cantarla somos tú y yo...
...Es así como al final, pudimos alcanzar ese Tesoro. Ese Gran Tesoro de La Amistad.
Vista del Monasterio
Veladas
Preparando los talleres
Taller de fieltro
En la piscina
Salón del barco
Taller de malabares
De merienda en el Urogallo
Yo de mayor...
"Este es el baile del King Kong. Es un baile tropical..."
Juego nocturno
Protegiendo el Tesoro de los Grupos
Palencia
Aquí os dejamos el enlace para ver el resto de fotos:
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